
Ayer, fue uno de esos días en los que mirando por la ventana de un auto en movimiento se tienen mas ganas de pensar y pensar que de charlar con quien se tiene a un lado, son momentos en los que quisieras tener una pluma y un cuaderno para poder, dejar a las ideas fluir como se lo mereces, que quisieras poder tener una grabadora en ese momento que guardara para siempre las palabras que en tu cabeza toman forma, y que nunca, aun cuando las transcribas e intentes recordar, sabran igua que en aquel momento.
Son aquellos momentos en los que sabes perfecto lo que le quieres decir a quien sea que es el o la culpable de tu estado de apatía social y nostalgia nerviosa, es cuando imaginas y recreas conversaciones que no han sucedido, que tal vez nunca sucedan, pero que alimentan tu ansia de tenerlo o tenerla junto a ti, respirandole la piel, besandole los hombros, entregandole tu escencia, siendo amantes y siendo humanos, siendo, lo que quieres, en esos momentos serle a el o a ella.
Son aquellos momentos en los que sabes perfecto lo que le quieres decir a quien sea que es el o la culpable de tu estado de apatía social y nostalgia nerviosa, es cuando imaginas y recreas conversaciones que no han sucedido, que tal vez nunca sucedan, pero que alimentan tu ansia de tenerlo o tenerla junto a ti, respirandole la piel, besandole los hombros, entregandole tu escencia, siendo amantes y siendo humanos, siendo, lo que quieres, en esos momentos serle a el o a ella.
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